En vez de subir por el sendero por el que todo el mundo iba, Laura y yo decidimos subir por una carretera situada paralelamente (no preguntéis por qué). El lago quedaba a unos quince minutos andando. Pero cuando llevábamos tan solo cinco minutos de ascensión me acordé de algo. El spray anti osos estaba en el coche.

De normal no lo llevábamos encima porque los senderos eran concurridos. Pero por aquella carretera no pasaba nadie. Volvamos, le dije a Laura. ¿Cómo? ¿por qué? se sorprendió. Porque me he dejado el spray abajo y no es seguro que andemos por aquí solas. Nos podría sorprender un oso. Vamos a volver y subiremos por el sendero por el que hay más gente.

Esos animales no salen, tú tranquila, inquirió ella, si nos oyen se marcharán asustados…

Cuando hago senderismo en España de lo único que me tengo que preocupar es de intentar levantar la vista de vez en cuando para ver el paisaje y mirar al suelo al mismo tiempo para no tropezar con las piedras. Sin embargo, en Canadá tienes un gran reto. Porque al mismo tiempo que intentas no tropezar y disfrutar de la naturaleza, sabes que a tu alrededor puede haber lobos, osos, alces y hasta pumas. Y el paseo relajante se transforma en brotes de adrenalina y una alerta constante por ver cualquier animal.

Un paseo atroz

El 19 de julio de 2016 Laura Hayworth se encontraba con su novio paseando por la orilla del Ghost River en Alberta. Al parecer aparecieron unos oseznos de entre los árboles e instantes después una enorme Gizzly atacó a la pareja con tal de proteger a sus crías. El ataque fue imprevisto pero aún así pudieron usar el spray y salvarse. Laura fue trasladada en helicóptero con un brazo roto y varias heridas más. Mientras que su novio solo tuvo unos rasguños. Después de la investigación, los agentes declararon que la Grizzly había actuado en defensa propia, protegiendo a los oseznos, y, por tanto, no había motivos para que fuera sacrificada.

Pedaleo  con sorpresa

Tan solo dos días después de ese ataque, el 21 de julio de 2016, una joven de 20 años fue atacada por un oso marrón, mientras pedaleaba con otra amiga por el camino Lowline Trail cerca de Canmore. El oso se precipitó contra la ciclista sin que ella llegase a preverlo. Por suerte, su compañera disponía de un spray anti osos y lo roció contra el animal creando un picazón en sus ojos que hizo que el animal huyera. Ella tuvo que ser trasladada al hospital con unas pocas heridas.

Cómo prevenir el ataque de un oso

Hace unos meses, leí el libro A walk into the woods de Bill Bryson. Es la historia real de cuando Billy decidió cruzar las montañas Apalaches durante cinco meses. Su preparación era nula. No tenia las condiciones físicas ni el conocimiento para enfrentarse a la supervivencia en la naturaleza. Pero una de las cosas que quiso informarse bien fue la de prevenir el ataque de un oso. Empezó a leer el manual Bear Attacks: Their Causes and Avoidance de Stephen Herrero. Básicamente, el manual distinguía acciones a realizar según el tipo de oso que fuera. Por ejemplo, con un grizzly se puede intentar trepar un árbol porque ellos no son buenos trepadores. Y si no funciona puedes hacerte el muerto ya que van a perder interés en ti. Sin embargo, si se trata de un oso negro no sirve de nada hacerse el muerto ni tampoco trepar un árbol porque en menos de un minuto ya estaría junto a ti en la rama más alta.

                                   Éste, se echa la siesta allí arriba

Herrero también explicaba que es peligroso llevar comida encima porque la huelen desde lejos. Y que, a veces, es aconsejable hacer ruido y otras no. Hay gente que lleva cascabeles para que el oso oiga el sonido y se aleje. Pero si resulta que nos encontramos con un oso muy territorial, lo que vas a hacer es atraerlo porque no le va a gustar tu presencia allí.  Recuerdo en una ruta de tres horas de subida y tres de bajada que había dos hombres que llevaban como quince cascabeles cada uno en sus mochilas. Se balanceában unos contra otros y emitían un sonido bastante molesto. Se los podía oír desde lejos. Y yo no se si algún oso se moría de ganas de estrujarles el cuello, pero, desde luego, yo si.

         Por favor, dejád cualquier tipo de cascabel tan solo para las ovejas

Según otros expertos, el oso Grizzly es propenso a atacar con encuentros sorpresa con la gente. Sin embargo, los osos negros están más acostumbrados a los humanos y los ataques suelen suceder cuando intentan robar la comida de los campistas y se ven amenazados a perder su recompensa.

En definitiva, existen tantas formas de actuar que hasta el propio Bill Bryson decidió que no iba a hacerle caso a un tipo que está en su escritorio sentado tranquilamente escribiendo un manual. Que cada oso es impredecible, que cada ocasión es muy determinada y si eres atacado por un oso tan solo puedes rezar que tu reacción sea la adecuada para ese momento. Lo que nunca falla, es el spray anti osos.

Sentido común

El uso de spray anti osos es obligatorio si se pretende hacer hiking en las Montañas Rocosas. La presencia de Grizzlies y Black Bears es habitual entre esos parajes. Hay incluso senderos en los que está prohibido ir en grupos de menos de cuatro personas por la alta probabilidad de encontrarse con uno. Y te lo advierten con carteles al principio del sendero.

Por ley, solo puedes entrar en esta senda con        un grupo de cuatro o más personas

 ¿Significa esto que es muy peligroso salir de hiking? No. Hay millones de personas recorriendo los senderos año tras año por montañas donde suelen haber osos. La probabilidad de que te ataque un oso es muy baja. Las estadísticas de ataques no son muy elevadas. Puede darse el caso que se registren de cero a cuatro casos los meses de primavera y verano. Aún así, tan solo se han registrado 18 casos de muerte en toda Norte América desde el año 2010. Teniendo en cuenta la cantidad de gente que visita las montañas no es una cifra alarmante.

Simplemente hay que tomar consciencia. En toda la zona de las Montañas Rocosas hay brigadas especializadas en proteger a los animales y a los turistas. Así cuando aparece un oso o un ciervo cerca de una carretera la multitud de turistas que paran para fotografiarlos es desmesurada. Esta brigada se encarga de hacer circular a los vehículos para evitar altercados.

Pero hay turistas muy irresponsables que bajan del vehículo e incluso les dan de comer a los animales. Esto resulta perjudicial tanto para el que se expone como para el animal. Ya que si a ese animal se le ocurre atacar puede encontrarse con un sacrificio por parte de las autoridades.

Por eso, siempre que se visiten las montañas, se aconseja llevar un spray anti osos, no ir solo, no parar el vehículo ni bajarse de él si se encuentran con algún animal y, por supuesto, no darles de comer.

Encontrarse con estos animales en plena naturaleza es una bonita experiencia. Y , a veces, y el que sea complicado verlos, hace que la curiosidad aumente. Pero aunque la estampa de verlo en su hábitat natural sea bonita no deja de ser peligrosa. Así que hay que disfrutarlo pero si es con un spray a mano mejor. ¡Mucha suerte!

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